TERRITORIO DEL DESEO
Anhelo que invadas mi espacio, y que el aire se vuelva escaso entre nosotros, que el deseo se vuelva hálito, y el aliento nos confunda. Quiero beberte, saciarme de ti, dejar que tu esencia invada mi ser. Tu presencia me quema, se expande por mi piel como un incendio sin control. Que arrasan sin piedad; cuando miro tus ojos, suplico, pidiendo compasión; me pierdo ellos, en el abismo de su oscuridad, y mi caída es inminente. Cuando me miras, el mundo desaparece, y me rindo, me entrego, me pierdo. Mi piel guarda el mapa de tus caricias: cada trazo, cada roce, cada beso que dibujaste en ella, tu aroma me persigue, tu tacto me habita, y en mis poros aún vibra el eco de tu cuerpo. Me convertiste en territorio marcado por tu deseo, en huella, en memoria. Quiero verte de nuevo, acercándote a mí. Y que tu calor me envuelva, me reclame. Quiero morder con hambre insaciable; y al rozar tu piel contra la mía, crear un lenguaje que mi cuerpo entienda sin palabras. ...




